Carlos Ramos Gutiérrez presenta su nuevo poemario “Casa que ya no es mía”

 “El exilio constituye la médula y motivo principal del poemario Casa que ya no es mía (Editorial Betania, Madrid, 2023, 87 páginas), de Carlos Ramos Gutiérrez (Remedios, 1986). A ello se refiere en la introducción Santiago Méndez Alpízar, quien hace notar que la revolución cubana contribuyó a engrosar sobremanera el fenómeno de la diáspora: “Miles de puntos en los más distantes rincones del orbe. Puntos que luego, muchos, regresan al núcleo, al paisaje que solamente sobrevive en la memoria, sin embargo”.

Ya desde el poema que abre el libro, el sujeto poético que se expresa en primera persona enfrenta el “austero resumen de pérdidas” que ha sido el precio que debió pagar.

Sus textos son sosegados en la superficie, pero doloridos por debajo. Solo que ese dolor nunca se exterioriza, porque no es plañidero ni imprecativo. Esas páginas poseen además un registro indispensable en el discurso poético: la emoción”.

Al decir del poeta Santiago Méndez Alpízar, autor del prólogo de este libro:

“Ha aprendido Carlos a desprenderse del lamento, de aquella lava azucarada que embadurna la sobreabundante publicación hoy día. Son poemas, estos, hechos también con el cuerpo, que diría alguien que no recuerdo ahora mismo, pero que nos sirve para procurar esclarecer un poco el desgaste vital, la vocación con la que percute en la poesía, que puede embestir como toro salvaje”.

Palabras del autor sobre este poemario:

1-   ¿Cuándo escribiste este poemario y cómo decides publicar con Betania?

Los poemas de «Casa que ya no es mía» comenzaron a llegar de a poco, como un susurro en mis oídos. Y comencé a escribirlos en cualquier cosa que tuviera a mano: una libreta, una hoja en blanco, el celular… a veces estaba durmiendo y tenía que levantarme a escribir, no podía dejar que se me escapara ningún verso.

Luego los dejé reposar por un tiempo. Y finalmente volví sobre ellos, de uno en uno, en un arduo y complejo proceso de edición. Hasta que por fin teníamos el «manuscrito» de lo que sería el libro. Le envié ese manuscrito a una gran amiga en Cuba, Bárbara Rodríguez, que es una editora de vocación, de las que pocas quedan. Ella me ayudó a pulir muchos detalles.

La idea de publicar con Betania fue del poeta y amigo Santiago Méndez Alpízar (Chago), quien además tuvo la delicadeza de escribir el prólogo de este libro. Prólogo que merece especial atención dadas su profundidad y poder de síntesis, además de que Chago es una especie de «enciclopedia de la poesía cubana». Ya él había publicado con esta casa editorial, y me habló de la seriedad y dedicación del editor -y también poeta- Felipe Lázaro, y del prestigio de la Colección Betania de Poesía, que congrega a lo mejor de la poesía escrita por autores cubanos (tanto en la isla como allende los mares). El hecho de que «Casa que ya no es mía» forme parte de esa colección, es de por sí un privilegio enorme.

2- ¿Cómo se da la colaboración con Yunier Gómez para las ilustraciones del libro?

Yunier Gómez es un artista muy talentoso al que admiro muchísimo, y me siento muy identificado con su obra, tanto a nivel estético como discursivo. Esta no es la primera vez que colaboramos: he escrito varios artículos sobre su obra, y la ilustración de portada de mi primer poemario es también de su autoría.

Pero en el caso de este libro, además de la portada, tenemos casi 20 ilustraciones, todas firmadas por él. Y creo que la obra de Gómez Torres le aporta al libro una especie de narrativa, que a veces refuerza y otras -las más- enriquece el propio discurso poético. Porque sus imágenes son también poesía: poesía visual que conecta de una forma más directa y misteriosa con el espectador.

3- ¿Por qué la poesía ante todo, como expresión primaria, por delante de otros géneros?

He escrito narrativa, teatro, guiones para cine, radio y televisión, artículos periodísticos y crítica de arte… incluso canciones. Pero la poesía es siempre punto de partida y meta. Y es que a mi humilde modo de ver, entre todos los géneros literarios, la poesía es la expresión más heterogénea y pura, y la que mayor libertad ofrece a los autores.

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