Sana activando tus cinco sentidos
Casi de forma automática y muchas veces inconsciente, experimentamos este rico y colorido mundo que nos rodea a través de nuestros cinco sentidos básicos: la vista, el tacto, el oído, el olfato y el gusto. La práctica que nos permite desarrollar una conexión profunda y significativa con nuestros sentidos y, por ende, estar presentes en cualquier situación se llama conciencia sensorial y hoy nos enfocaremos en ella.
Si hay una ciencia que ha prestado especial atención a la conciencia sensorial y su importancia para la salud es la Ayurveda (“Ayur” significa vida y “veda”, ciencia), la medicina tradicional de la India, que se utiliza desde hace rato, unos 5000 años. Según los postulados de la Ayurveda, la salud se alcanza a través de la coordinación de las cuatro partes que conforman el ser humano que son el cuerpo, la mente, el alma y los sentidos con la naturaleza y el universo.
Es muy natural tener mayor afinidad por uno de tus sentidos. Analiza cuál sentido tienes más desarrollado, y a través de los pequeños ejercicios ayurvédicos que propongo a continuación, intenta enfocarte en los otros, con el fin de mejorar tu salud, poder estar presente y disfrutar al máximo todo lo que la vida y el mundo te ofrecen.
Un ejercicio para activar tus cinco sentidos a la vez: comienza por dar una caminata por un área predominantemente natural (un parque, una playa, un sendero). Más que un paseo en piloto automático perdido en tus pensamientos, intenta caminar prestando atención deliberada a cuanto te rodea. Observa los colores de la flora y la fauna bajo la luz natural, escucha atentamente sus sonidos y respira profundo para captar el olor de la naturaleza, nota cuán diferente se percibe el sabor cuando comes al aire libre, camina descalzo en la tierra o la arena para llenarte de su energía.
Ahora estimulemos cada uno de los sentidos por separado.
Vista: todo lo que es hermoso alegra y estimula la vista, pero la belleza está en el ojo de quien observa, por eso, mira fotos de personas que ames o de un sitio que te traiga lindos recuerdos de tu infancia. También presta especial atención a los colores al vestir; mira cómo te sientes con las diferentes tonalidades frente al espejo. ¿Qué colores te desaniman y cuáles te hacen vibrar?
Olfato: para activar el olfato, nada mejor que la aromaterapia. Consigue algunos aceites esenciales y dependiendo de tu objetivo, utiliza cada uno. Puedes usarlos en un difusor, en un masaje o en un baño en la tina. Para relajarte recomiendo la lavanda y la naranja dulce. Si lo que quieres es energía, prueba el eucalipto y la menta. Para mejorar el estado de ánimo, lo mejor es la bergamota, el jazmín y también, la lavanda.
Gusto: al comer algo que te agrade mucho, como un pedazo de chocolate o una taza de café, en vez de engullirlo, hazlo lentamente y disfruta su sabor. Intenta mantenerlo en tu boca y detenerte en las sensaciones que crea en tu cuerpo y en el motivo por el cual lo disfrutas tanto. Reta tu paladar con sabores nuevos e intensos de especias como el wasabi, jengibre, diferentes chiles, cúrcuma, anís, azafrán, etc.
Oído: la música es una de mis herramientas favoritas para encontrar el equilibrio. Sin importar el género que prefieras prueba escucharla con atención y captar cada instrumento que compone la melodía (piano, guitarra, bajo) y prestar atención a la letra, si la tiene. También puedes bajar una aplicación de sonidos de la naturaleza (mar, lluvia, bosque) para sumergirte en ellos.
Tacto: para activar el sentido del tacto puedes darle un masaje a tu pareja, o darte un masaje a ti mismo con un aceite esencial. Acaricia a tu perro o gato, dale un fuerte abrazo a alguien, o arrópate con tu manta favorita enfocándote en su textura contra tu piel.
Estoy segura de que con estos sencillos ejercicios aumentarás tu conciencia sensorial y estarás más abierto para experimentar el mundo. Si quieres más consejos sobre estilo de vida y bienestar, visita mi sitio web www.lauraposada.com y mis redes sociales @lauraposadalifecoach.
