Luces que transforman tu piel: beneficios de la terapia LED facial según su color

La tecnología LED, que alguna vez estuvo reservada para clínicas especializadas, hoy se ha convertido en un must del cuidado facial gracias a su capacidad de transformar la piel de manera segura, indolora y no invasiva. A través de distintas longitudes de onda, la terapia LED estimula procesos naturales en la piel, ayudando a mejorar su salud y apariencia.

De acuerdo con la doctora Maribel Pedrozo, reconocida como “la alquimista de la belleza” y experta en cuidado facial, cada color de luz tiene un beneficio específico que puede marcar la diferencia en la rutina de skincare.

• Luz roja
  Es la favorita para quienes buscan combatir los signos de la edad. Penetra profundamente en la piel y estimula la producción de colágeno y elastina, reduciendo arrugas finas y mejorando la firmeza. También ayuda a acelerar la reparación celular, ideal después de procedimientos más intensivos.

• Luz azul
  Perfecta para pieles con tendencia acnéica. Actúa eliminando bacterias responsables del acné y regula el exceso de sebo, reduciendo brotes y desinflamando la piel. Es una alternativa efectiva para quienes desean controlar imperfecciones sin tratamientos agresivos.

• Luz verde
  Conocida por su capacidad para equilibrar el tono de la piel, es la aliada contra manchas, hiperpigmentaciones y rojeces leves. Ayuda a iluminar el rostro y a devolver uniformidad, haciendo que la piel luzca más radiante.

• Luz ámbar
  Es la opción más calmante. Suaviza irritaciones, mejora la circulación y aporta un efecto revitalizante. Es ideal para pieles sensibles, con rosácea o tras una exposición prolongada al sol.

Cómo integrarla a tu rutina

Aunque puede realizarse en casa con dispositivos portátiles, lo más recomendable es acudir a sesiones profesionales para obtener resultados visibles y seguros. La doctora Pedrozo aconseja incluir la terapia LED al menos una vez al mes como parte de un plan de mantenimiento facial. Además, puede combinarse con limpiezas profundas, hidrataciones o peelings suaves para potenciar sus efectos.

Más allá de una moda, la terapia LED se ha consolidado como una herramienta versátil para distintos tipos de piel y necesidades. La clave está en elegir el color correcto o incluso combinarlos en un tratamiento personalizado.

“La próxima vez que pienses en renovar tu piel, recuerda que un simple haz de luz puede ser el impulso que tu rostro necesita para brillar con salud y juventud”, concluyó la doctora Pedrozo.

Referencia

Dra. Maribel Pedrozo
“Alquimista de la belleza”  
IG @drmaribelpedrozo
WhatsApp- 1-786-572-7272
www.drmaribelpedrozo.com