Javier Ceriani llega a los lugares más afectados por los incendios en Los Ángeles, California, para asistir a los más necesitados
En los últimos días, se le ha visto al periodista ayudando, llevando provisiones y haciendo un llamado a todos los residentes de la zona que puedan prestar ayuda.
No es la primera vez que Ceriani se le ve prestando ayuda; durante su carrera, siempre ha estado al servicio de la comunidad en los Estados Unidos y el mundo. Este hombre, muy temido por muchos, tiene un gran corazón.
Recordamos que fue el responsable de la liberación de los cubanos presos en México hace aproximadamente 20 años, donde incluso el alcalde de la ciudad de Miami, Tomás Regalado, le hizo entrega de la llave de la ciudad por su incansable labor.
Múltiples incendios forestales azotan la región del sur de California. Los fuertes vientos alimentan las llamas, lo que ha empeorado la situación; por lo tanto, las autoridades han emitido órdenes de evacuación para miles de residentes.
Al menos 24 personas han muerto hasta el momento a causa de los incendios en Los Ángeles, según el último balance ofrecido por las autoridades en la tarde del domingo. De estos, 16 fueron víctimas del incendio Eaton, ya el quinto incendio forestal más letal de la historia de California, y ocho, del Palisades. Se espera que la cifra siga aumentando a medida que se puedan identificar cuerpos.
Los fuegos de Palisades y Eaton, los dos más grandes, están controlados en un 11% y 27%, respectivamente.
La administradora de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), Deanne Criswell, ha enfatizado la continua gravedad de la situación: “Los vientos vuelven a ser potencialmente peligrosos y fuertes. Creo que lo más importante que la gente tiene que saber es que esto sigue siendo peligroso”.
Hay alerta roja por los vientos hasta el miércoles. El toque de queda para evitar la invasión de propiedades y saqueos sigue en pie, y el total de arrestados por presunto intento de robo actualmente es de 29.
Las llamas que arden desde el martes en Los Ángeles y sus alrededores han quemado más de 16.000 hectáreas (160 km² o unas tres veces la isla de Manhattan), destrozado miles de construcciones y obligado a la evacuación de más de 150.000 ciudadanos.