Gabriela Casanova es un buen ejemplo de cubana emprendedora
A paso lento pero seguro, hay un restaurante que se ha posicionado como uno de los mejores de Miami. Con una comida de primera y una atención de igual calidad Miami To Brazil Rodizio es el favorito de muchos desde que se inauguró, hace dos años.
Su propietaria es una digna inmigrante cubana, que en su país era química industrial, pero aquí llegó a esforzarse a buscar oportunidades donde las hubiera. Su nombre es Gabriela Casanova y es un nombre que hay que grabarse en la mente porque amaga con dejar una gran huella en la gastronomía de la ciudad y del país.
Paradójicamente, Gabriela, con el apoyo incondicional de su familia, dio forma a la idea de crear Miami To Brazil Rodizio al salir de una crisis económica que la había llevado a vender hot dogs en un puesto en la calle. Tras un diluvio que la empapó decidió hacer una apuesta más grande. Ahora Miami To Brasil Rodizio es un espléndido local dividido en dos, en pleno corazón de Kendall. Como su nombre da a entender, el restaurante se especializa en carnes servidas al estilo brasileño, con meseros (llamados “gauchos”) que ofrecen distintos cortes constantemente a los comensales.
Todo, más diversos acompañantes, por un único precio. La propuesta resulta atractiva para los paladares y los bolsillos, y la prueba está en que Miami To Brazil Rodizio no da abasto, está constantemente al tope, en especial los jueves, viernes, sábados y domingos.
Gabriela reconoce que es adicta a las buenas carnes, por lo cual pone un cuidado extra a lo que se sirve en su local. “Fusionamos las carnes y técnicas de cocción propias de los brasileños con la sazón de la comida cubana”, reconoce la empresaria. La carne al estilo rodizio implica que los diferentes cortes de carne se elaboran al grill, o se cocinan al carbón. En Miami To Brazil Rodizio el buen comer está garantizado. En general, el buen rato está garantizado ya que, inclusive, hay un área a la vista de los padres donde los niños pueden jugar. “He creado un ambiente para que padres e hijos se puedan relajar por igual”, asegura.