Fórmula 1 en Abu Dhabi
Velocidad, Lujo y Magia

La experiencia de cubrir la Fórmula 1 en Abu Dhabi comenzó incluso antes del despegue. En el Aeropuerto de Washington, Emirates Airlines nos ofreció un upgrade sorpresa a clase Business, marcando el inicio de un viaje que estaría a la altura del evento más glamoroso del automovilismo mundial. A bordo, la aerolínea volvió a demostrar por qué es un referente en hospitalidad de lujo: camas preparadas con atención casi artesanal, champagne, gastronomía de lujo y un servicio que combina precisión y calidez en partes iguales.

El arribo a Dubái fue solo el primer capítulo de una travesía marcada por el confort. Un traslado directo trasladó al equipo a Abu Dhabi en menos de una hora y media, un recorrido que simboliza el contraste entre el vértigo futurista de Dubai y el espíritu vibrante que envuelve a Yas Island durante el fin de semana del Grand Prix.

Hospedarse en el W Abu Dhabi – Yas Island es ser parte integral del espectáculo. Su arquitectura futurista abraza literalmente una sección del circuito, convirtiéndolo en uno de los hoteles más emblemáticos del mundo del motor. Cada pasillo es un escenario en movimiento: el sonido de los motores, la actividad frenética en boxes, los ajustes de último minuto y la adrenalina que precede a cada sesión.
Desde este punto privilegiado, la carrera se vive como un show cinematográfico que comienza con el cálido atardecer árabe y culmina bajo un despliegue de luces que iluminan Yas Marina. Este año, la definición del campeonato agregó dramatismo extra: el británico Lando Norris, piloto de McLaren, se consagró Campeón Mundial de Fórmula 1 por primera vez. Aunque Max Verstappen ganó la carrera, el tercer puesto de Norris le alcanzó para quedarse con el título por apenas dos puntos en un final electrizante. La tensión se percibía en cada curva, reflejo de una temporada dominada por la consistencia que reunió a tres contendientes con posibilidades reales: Norris, Verstappen y Oscar Piastri.

McLaren celebró por partida doble, llevándose también el Campeonato de Constructores por segundo año consecutivo. El circuito Yas Marina volvió a confirmar su estatus como uno de los más avanzados, desafiantes y visualmente impactantes del calendario.
Más allá del paddock, Abu Dhabi reafirmó su capacidad para sorprender como destino. Yas Island combina lujo, parques temáticos icónicos, playas impecables y un ambiente festivo que se intensifica durante la semana del Grand Prix, donde cada rincón vibra con música, glamour y emoción.

Entre las historias que marcaron esta edición destacó la presencia del Team Alpine y del argentino Franco Colapinto. Su evolución dentro del programa de desarrollo continúa generando expectativas. Su serenidad, disciplina y proyección alimentan la ilusión de verlo competir pronto en la máxima categoría del automovilismo.

Fueron 72 horas en las que la velocidad, el lujo y la energía del evento se combinaron para crear una experiencia inolvidable. Abu Dhabi no solo ofrece una carrera: ofrece un espectáculo integral que sigue resonando incluso después de que el último auto cruza la meta. Un encuentro donde el deporte, la tecnología y la magia del desierto se fusionan para entregar uno de los fines de semana más esperados del año.


