Ese día especial en que decides hacer un cambio – Laura Posada
Aunque puedes estar muy satisfecho y feliz con tu vida, es posible que haya algún aspecto de ella que quieras cambiar. O cambiarla toda, de pies a cabeza; también es un pensamiento válido. La realidad es que el ser humano es inconforme por naturaleza, pero esto no es necesariamente un rasgo malo. Esa “inconformidad” es una generadora de cambios que, si se canalizan bien, pueden ser positivos y crear más bienestar y felicidad.
Analizando las estadísticas sobre la felicidad y la satisfacción con la vida para este artículo, me encontré con un dato preocupante. Según el Informe Mundial de la Felicidad (World Happiness Report) de 2019, que forma parte de la Encuesta Mundial de Gallup, las emociones negativas (preocupación, tristeza y enojo) han aumentado en el mundo entero de 2010 a 2018. Los Estados Unidos se ven particularmente afectados por un incremento en las adicciones y la insatisfacción con la vida, y América Latina por un aumento en la desigualdad entre los más y los menos felices. En paralelo, la mayor parte de los ciudadanos de países como Finlandia, Dinamarca, Noruega, Islandia y Holanda dicen sentirse felices y satisfechos con sus vidas en general.
Aun así, todos, incluidos los habitantes de los países nórdicos, nos podríamos beneficiar de hacer pequeños (o grandes) ajustes en la vida, para superar esa tendencia negativa. Aquí tienes cuatro consejos para implementar el cambio en tu vida.
Convéncete por ti mismo: puede que tu mamá, tu pareja o tus hijos te insistan en algo o tengan su propia opinión sobre lo que debes hacer, pero la única manera de asegurarte de que puedes cambiar de forma duradera, es que tú mismo estés convencido de que lo necesitas. Y esa convicción llega ese día especial en que dices desde lo más profundo de tu ser: “No más, necesito cambiar y lo haré”.
Preséntate: hay una frase en inglés que me encanta porque es sencilla y poderosa a la vez: Show up, que se traduce básicamente como “Preséntate”. ¿Qué significa? Que des un paso, uno solo, aunque no tengas idea de cómo comenzar o de lo que estás haciendo, hacia lo que quieres lograr. Si quieres comenzar a hacer ejercicio, significa ponerte las zapatillas deportivas y salir al aire libre a moverte. Si tu objetivo es ser más sociable, significa ir a una reunión o actividad social a la que normalmente no irías, para salir de tu zona de confort.
Enfócate en un cambio a la vez: quieres cambiar tu alimentación, tu actividad física, tu empleo, ampliar tu círculo de amistades, comenzar un nuevo pasatiempo (¿qué más se te ocurre? Cuéntame)… muy bien, pero recuerda que el que mucho abarca, poco aprieta. Es genial que tengas muchos objetivos, pero intenta enfocarte en uno a la vez. Cuando lo tengas dominado, pasa al siguiente. Con eso eliminarás mucha de la presión y estrés que vienen con los cambios.
Reconoce que la decisión es inmediata, pero los cambios toman tiempo: la decisión de cambiar tu vida la puedes tomar en un segundo, pero no es que tengamos una varita mágica para hacerlo de la noche a la mañana. Acepta el hecho de que es un esfuerzo constante, paso a paso, día a día. Es posible que incluso retrocedas en algún momento, pero no te desanimes, entiende que lo importante es vivir y disfrutar el proceso y, sin darte cuenta, alcanzarás tu meta.
Ese día especial en que decidiste cambiar tu vida lo recordarás para siempre. Si quieres más consejos para aumentar tu bienestar y felicidad, búscame en mi sitio web www.lauraposada.com y en mis redes sociales @lauraposadalifecoach.