En que Fallé?.
“Crecí con mucho miedo, mucho, hasta el punto de no saber quién era yo, tenía culpa de lo que sentía”, es el testimonio de Mónica, 25 años, España.
Los primeros 7 años de vida son cruciales, es el tiempo donde se forma la personalidad del niño y aprendemos más que en el resto de nuestras vidas.
Expertos en el área aseguran que, además de aprender a nadar, hablar, comer, escribir, patinar, obtenemos lo más importante… aprender a vivir!. Eric Berne, especialista en la materia nos decía “todos nacemos príncipes y princesas, hasta que nuestros padres nos convierten en rana”, así pues, todos nacemos bien, hasta que nuestro entorno logra estropearlo por medio de relaciones, mandatos e ideas que imponemos a nuestros hijos.
En que Fallé?
Te has visto en la posición de preguntarte, ¿En que falle?, sabemos que la tarea de educar a nuestros hijos es compleja, y puede llevarnos a cometer errores irreparables que definen de por vida el patrón de conducta en ellos.
Tal vez te inquiete saber que los hijos son el reflejo de los padres, ellos son una esponja que absorben todo lo que ven y escuchan, y copiaran tal cual todo ese contenido aprendido en casa, lo que tú seas es el resultado de lo que el será. Ahora bien, debemos tomar en cuenta lo importante de la coherencia entre lo que esperamos de nuestros hijos y lo que aportamos día a día, para que ellos tomen el camino que nosotros deseamos, seria ilógico por ejemplo, esperar que tu hija tenga buena conducta, excelentes calificaciones en la escuela o que no se desvié sexualmente, cuando desde niña le impusieron normas asfixiantes, no le diste la atención necesaria y peor aún, llenar el vacío con cosas materiales.
De allí radica la importancia de ser lo que tú quieres que ellos sean, si no quieres que fume, no lo hagas, si quieres que sea feliz, háblale desde muy niño y responde a sus dudas, toma en cuenta que ellos son un mundo enorme de interrogantes, donde tú eres la única guía que tienen para definir su futuro y el éxito del mismo, un niño que se sienta solo y no tenga un apoyo para hablar y pedir ayuda, será en un futuro un ser totalmente desorientado y tomara decisiones incorrectas para él y su familia.
Qué debo hacer?
Hablar:
Es fundamental que desde muy niños, exista un vínculo de confianza entre padres e hijos, escuchar, atender, indagar, que ellos se sientan confiados en que pueden manifestar lo que sienten, lo que les gusta o les inquieta, un niño que tenga un apoyo y se sienta libre de expresar sus emociones, crecerá sin temores o dudas.
Ocuparte:
El tiempo que dediques a tu hijo, es directamente proporcional a la calidad de vida que el tendrá, estudios de expertos han demostrado que existe un alto grado de desviación sexual, desorden conductual y nivel elevado de trastornos psicológicos en jóvenes que carecieron de atención familiar, especialmente de padres que nunca dieron la suficiente atención a sus hijos “ No basta con llevarle la comida al dormitorio, y comprarle el teléfono de moda”.
Dar:
Se el ejemplo, sin duda alguna, lo que ellos vean en ti, tu lo veras en ellos, desde gestos, posturas, actitudes, forma de hablar y hasta de vestir, por eso como padres, debemos actuar con cautela y mostrarle lo que tu quieres que aprendan, un hijo que crezca en un hogar donde hay gritos, peleas y malas conductas, copiara todo ese contenido y lo pondrá en práctica toda su vida, un ejemplo muy acertado seria, vivir con un padre u otro pariente homosexual o adicto a drogas, sin duda alguna estarás creando un futuro hombre o mujer con el mismo patrón conductual y desviación.
Si todos los padres le dieran más importancia a la frase común “ Causa y Efecto” tendríamos en la actualidad un menor grado de jóvenes con problemas conductuales, adicciones y desviaciones sexuales,” lo que tu des, ellos te darán…lo que tú seas, ellos serán” de ti depende lo que el será el resto de su vida.