Como la mudanza afecta a un niño con Autismo
Mi nombre es Hakim, soy autista y recientemente me mudé de escuela y de ciudad. Todo en el mismo momento, este evento no es nuevo para mí, pero esta vez fue diferente. Creo que porque había hecho por primera vez muchos amigos en mi escuela anterior. Estaba triste porque todo el esfuerzo que había hecho para lograrlo se había ido. Antes tenía muchos amigos, compañeros, y profesores que me ayudaban todos los días. Me observaban y notaban cuando necesitaban ayuda extra para comprender mejor las lecciones o cuando se me acercaban para invitarme a formar parte de alguna actividad y/o opinión.
Ahora en una escuela nueva, sin conocer a nadie, muy lejos de mis amigos y también de mis cuidadores como la coordinadora, la subdirectora, Tamy la de seguridad, que me recibía en las mañanas en la escuela diciéndome: «buenos días Hakim, que tengas un buen día». Esos pequeños detalles que mi madre me enseñó a apreciar y agradecer porque son señales de que mi presencia le resulta feliz. Hacía mucho tiempo que no sentía este sentimiento de tristeza. Un día salía con mis amigos, pero al día siguiente no había nadie, estaba en otra casa, en otro barrio, en otra ciudad. Me sentí vacío, sin amigos ni consejeros. Y como yo, muchos otros niños autistas sufren esta soledad y no saben cómo actuar. Pueden romper a llorar o enojarse. Es una mezcla de emociones y sentimientos que te dejan confundido y hasta sin entender. Sugiero en mi calidad de próximo Senador de Florida, conformar un grupo de apoyo mundial donde podamos obtener la triple maestría AAA (atención, ayuda y acompañamiento) que se necesita en esta situación porque los cambios están plagados de incertidumbres que desconocemos y que nos quitan el piso sólido, terreno en el que se sentía seguro y en calma. En Venezuela fue la primera vez que me ocurrió esta sensación de cambio. Nos mudamos de una casa de dos pisos a un departamento en las montañas.
Nunca volví a ver a mi padre, que había jugado conmigo mientras mi madre trabajaba. No reconocía nada, ni mi nueva casa, ni la nueva escuela, ni los alumnos que ya estudiaban allí. Este estrés se acumulaba dentro de mí y no sabía cómo expresarlo. Se me acercaron muchos niños que no conocía, y las maestras solo sonreían cuando los padres estaban allí, y cuando se iban, gritaban mucho y les decían a los niños que se callaran. ¿Qué irónico, no? Gritar a los demás para que se callen. Por si fuera poco, yo también tenía hambre y los horarios de las comidas eran muy diferentes, no sabía cómo decirles que quería mi comida. Había muchas cosas grandes y altas, muchos colores y lugares con sillas muy duras. Era un caos, tantos cambios estaban ocurriendo al mismo tiempo. Este colapso me hizo luchar contra tanta angustia que estaba experimentando.
Los niños que vinieron a mí y mordí, les extiendo mis disculpas, fueron 05 niños en mi primer día de clases. ¿Y cómo pide ayuda un niño de 03 años? Si yo vine hablando a la edad de seis (casi siete). Alcance este avance después de que mi madre estudiara académicamente psicología y programación neurolingüística. Y colocara toda su práctica en mí. Esto me ha permitido tener más fluidez y autoconfianza. La situación es que muchas personas autistas, especialmente los niños, generalmente no reciben la ayuda y la atención que necesitan cuando se presenta un cambio(mudanza).
Este es un error que ningún padre debería cometer. Entonces, si su hijo es autista y está planeando un cambio en su rutina diaria, le sugiero que se lo informe con anticipación y lo prepare en su comprensión con experiencias. Mi mamá me llevó a la ciudad y me mostró todas las escuelas posibles para que pudiera elegir una. Me mostró los posibles lugares donde comeríamos cuando nos mudáramos, y comenzó a ajustarme la hora de dormir, para estar preparado cuando llegara el día. Y no me afectara en mis tiempos de descansos. Mi mamá hizo que mi proceso de ajuste fuera divertido y feliz. Siempre le agradeceré por hacer que mis días sean los más felices que un niño con autismo podría desear. Por eso hoy les confesé cómo nos afecta la mudanzas a los autistas si no estamos acompañados de unos padres que nos guíen paso a paso certeros y seguros.
Un saludo muy especial para ti mi querido Lector por dedicar tu tiempo y leerme tomando acción a favor de nuestra comunidad.
Nos encontraremos en nuestras próximas letras.
Hakim Gelves Millán
Senador de Florida en preparación
Instagram: @SoyHakim
Correo electrónico: soychm1@gmail.com