Cómo erradicar el odio contra las minorías
Vivimos tiempos convulsionados en los Estados Unidos y en el mundo entero. Crímenes producto de la brutalidad policial como el de George Floyd y Breonna Taylor y el escándalo que surgió tras la decisión de la marca Calvin Klein de utilizar a la actriz trans afroamericana Jari Jones en sus anuncios publicitarios traen de vuelta temas que lamentablemente no se han resuelto del todo: el racismo, el clasismo, la homofobia, la transfobia siguen existiendo entre nosotros, aunque sea doloroso aceptarlo.
Millones se han movilizado exigiendo cambios y que los responsables rindan cuentas. Hemos visto protestas con justa causa y tal vez algunos excesos pero, como siempre digo, una crisis siempre es una gran oportunidad para mejorar. La idea es utilizar toda la indignación que sentimos para lograr pacíficamente cambios en las leyes, políticas sociales y sobre todo en la cultura y educación que nos permitan erradicar de una vez por todas estos defectos que tenemos como sociedad. ¿Cómo hacerlo?
• Si quieres cambio, comienza contigo mismo: tal como dice la hermosa canción de Michael Jackson, “Man in the Mirror”. Decir que no eres racista porque tienes un amigo de color, o que no eres homofóbico porque tienes conocidos gays, no es suficiente. Puedes decir que los respetas, pero… ese “pero” ya implica cierta discriminación inconsciente. ¿Acaso los ves o los tratas de una forma diferente? Entonces, analiza bien lo que sientes al respecto y cómo estás actuando; y si tienes familiares, amigos o conocidos de una minoría quiérelos y respétalos sin “peros”.
• Cría a tus hijos para que amen, no para que odien: nadie nace odiando a nadie, por lo que todas estas fobias son actitudes que se aprenden en el entorno a lo largo de los años de formación. Tus hijos observarán lo que haces y dices y absorberán como una esponja lo que les muestres, consciente o inconscientemente, para formarse sus propios pensamientos. Enséñales con tu ejemplo y tus palabras no solo a “tolerar” sino a amar y a respetar al prójimo independientemente de su color, origen, condición socioeconómica o preferencias de género.
• Comprométete a actuar, de una u otra forma: no piden privilegios sino los mismos derechos que tiene la mayoría, como casarse, estudiar, tener un empleo que les permita vivir con dignidad, expresarse y mostrarse tal como son sin miedo, desarrollar su máximo potencial, etc. Tú puedes ayudarlos activamente ya sea al crear o firmar una petición, al exigir cambios en las escuelas y planes de estudios para que incorporen este tema de una forma amplia a la educación formal, al seguir a los activistas y líderes comunitarios en las redes sociales, o marchar a su lado.
Solo unidos a pesar de nuestras diferencias podremos dejarles a las generaciones futuras un mundo donde predomine el amor, el respeto, la igualdad y la solidaridad. En mis redes sociales @lauraposadalifecoach apoyo a todas las minorías porque estoy convencida de que el “amor es amor”.