Adriana Mocciola: La periodista que no oye, pero escucha, perdió la audición, pero nunca los sueños
“En Estados Unidos 50 millones de personas tienen algún grado de pérdida de audición, pero de esto no se habla por vergüenza” recalca Adriana Mocciola, autora del libro ‘La periodista que no oye, pero escucha’. “Los jóvenes son los que están más expuestos por el mal uso de los audífonos y la exposición a ruidos fuertes”, aclara la productora de contenidos audiovisuales que se ha convertido en embajadora y referente en temas de hearing loss en Estados Unidos.
La periodista Adriana Mocciola es la reina de las figuritas difíciles. Tiene 30 años de trayectoria en radio, televisión y multimedia y 19 premios Suncoast Regional Emmy. Es la única latina reconocida en la categoría ‘productora de noticias’ en tres diferentes premiaciones de periodismo en Estados Unidos: Sunshine State Awards, Florida Associated Press Broadcasters Awards y Suncoast Regional Emmy. Obtuvo una mención especial del National Academy of Television Arts and Sciences Emmy en 2013-2014. En el 2022 logró el sueño de muchos comunicadores, ganar el regional Edward R. Murrow Award. Nació en Argentina, su sangre es italiana, su pasaporte es americano, pero su corazón es colombiano ya que está casada con Juan Felipe Orozco, oriundo de Medellín.
Su misión en la vida es contar historias e inspirar a jóvenes de pocos recursos a soñar en grande. Es una productora ejecutiva que no oye, pero escucha y hasta ahora no lo había contado públicamente.
La autora, conferencista y escritora, explica que de acuerdo Hearing Loss Association of America solo 1 de cada 5 personas que podría mejorar su calidad de vida con hearing aids los usa, algunos porque el costo es alto y otros por vergüenza. En su caso, ocultó su diagnostico por muchos años por temor a que su carrera periodística culminara.
Tras ser escogida entre 560 autores para ser parte de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, Colombia, la gira del libro despegó por todo lo alto en un evento público en Barry University en Miami, y luego continuó en la Feria del Libro en Miami. La comunicadora ha participado en numerosas charlas motivacionales incluyendo, hogares con niños en situaciones de vulnerabilidad en Colombia y reuniones con la comunidad sorda. “El audiolibro es muy importante porque los niños ciegos podrán oírlo, tal como lo prometí durante un encuentro muy emotivo en una de las escuelas para niños ciegos y sordos más antiguas de Colombia”, explica Adriana sobre el proyecto dirigido por el maestro venezolano Arturo Cabrera en el que han participado alrededor de 40 voces.
Lectura Recomendada
El libro ‘La Periodista Que No Oye, Pero Escucha’ es una autobiografía en la que Adriana Mocciola recuerda cada etapa de su vida, desde su niñez en una casita humilde ubicada en una zona semi rural en Buenos Aires, Argentina, hasta convertirse en inmigrante y dormir en un colchón en el piso de un minúsculo apartamento en Miami, Estados Unidos. En 15 capítulos plasma su empeño para aprender inglés, graduarse en una universidad americana y vivir de lo único que sabe hacer: contar historias. En esta obra de no ficción, plantea un gran tema: ¿se puede triunfar y ser feliz a pesar de haber nacido en un ambiente humilde, difícil y sin recursos económicos?
Mediante confesiones de periodista explica cómo logró sortear obstáculos de la vida cotidiana como, por ejemplo, no tener dinero para tomar el transporte que la trasladaría a la universidad, y menos aún para comprar los libros requeridos para completar sus estudios de periodismo.
En el libro editado de forma independiente narra anécdotas divertidas, serias y complejas de su faceta como productora de noticias y comparte lo aprendido a lo largo de su carrera entrando en contacto con presidentes, narcotraficantes, asesinos, adictos, entre otros. Asimismo, revela ¿dónde están sus 19 estatuillas doradas? ¿Por qué tomó la decisión de entregar los premios que ha ganado a ‘ángeles guardianes’? Y por primera vez habla fuera de su entorno más íntimo sobre su pérdida auditiva, cómo fue enterarse que su vida dependería de dos minúsculos audífonos y su proceso de negación, aceptación y adaptación. ¿Por qué la mirada de otro periodista la empujó a ocultar su discapacidad? ¿Por qué nunca se despega de su ‘cajita negra’? ¿Qué pasa cuando las pilas de sus audífonos fallan? ¿Se considera una periodista ‘sorda’?
Una historia de inspiración, superación y resiliencia, que incluye consejos prácticos para todo ser humano que necesite un empujón para salir de la zona de confort y luchar por sus sueños.
Fragmento del libro ‘La periodista que no oye, pero escucha’
“…Recuerdo una vez en la que fuimos un grupo de personas y todos se lanzaron al mar, menos yo. Ellos nadaban felices mientras insistían en que yo me uniera al chapuzón. —No, gracias, aquí estoy bien, les explicaba sentada en el borde de la embarcación. Incluso uno de ellos amagó con lanzarme al agua, así que debí quitarme de ese borde ya que el mar podría arruinar los aparatos que, además de ser extremadamente costosos, son los que me permiten tener una vida relativamente ‘normal’. Por eso también siempre evito las piscinas, en especial cuando hay niños, porque se tiran de cabeza y salpican, y mis audífonos no pueden mojarse. Sin embargo, soy consciente de que tampoco es justo arruinarles la fiesta a los invitados con un: “No salpiquen, please”. Son situaciones de la vida diaria que a veces se me complican, pero con las que he aprendido a vivir…”
Presidentes americanos con pérdida de audición
En 1983 la compañía americana Starkey diseñó un audífono para el presidente Ronald Reagan porque tenía serias dificultades para escuchar con su oído derecho, incluso se les había pedido a periodistas que levantaran la voz por encima de lo normal para hacerle sus preguntas. Reagan tenía setenta y dos años cuando comenzó a usar esta tecnología considerada muy avanzada para la época. El mandatario creía haber perdido la audición debido a un disparo muy cerca de su oído durante la grabación de una película cuando era actor.
A los cincuenta y un años, Bill Clinton ejercía como presidente de Estados Unidos y su audición era cada vez peor, en especial cuando estaba rodeado de muchas personas, así que estando en la Casa Blanca comenzó a utilizar audífonos diseñados por la compañía americana Starkey. De acuerdo con el audiólogo que lo atendía en 1997, su pérdida auditiva fue consecuencia de la exposición a música muy alta durante su juventud ya que formaba parte de una banda musical.
Datos Importantes
De acuerdo con el National Institute of Deafness and Other Communications Disorders el porcentaje de personas con pérdida de audición se refleja así:
-5% de adultos entre los 45-54
-10% de adultos entre los 55-64
-22% de adultos entre los 65-74
-55% de adultos mayores de 75